La terapia que practico es de estilo colaborativo, siendo mi función moderar y guiar a los participantes hacia sus propias respuestas y hacia las técnicas que más les convengan. Me gusta tener un hilo rojo que sigo, a modo de estructura, pero dejo la libertad y la creatividad para explorar las necesidades actuales del grupo. El grupo tiene una magia especial porque cada participante puede aprender formas nuevas y únicas de manejar las dificultades, brindando un espacio seguro donde todos se sienten pertenecientes.