¿Cuántos de nosotros no hemos empezado a meditar porque nos han dicho que nos sentiremos mejor, despejaremos nuestra mente y seremos más productivos?
Pero lo que nadie nos dice es que no es así. He oido decir a mucha gente que con ella la meditación no funciona, que tienen demasiados pensamientos en su mente. Lo que nadie nos cuenta es que ese es el primer paso. Ser consciente de que tienes pensamientos, darte cuenta que tu mente no para de pensar y no sabes qué hacer con eso, centrándote en la respiración y tu cuerpo. Al principio verás como te centras por un segundo en la respiración, y 5 segundos en otros pensamientos. Y vuelves a notar que tus pensamientos se han ido y vuelves a respirar. Y vuelta a empezar. Al principio, es probable que tus pensamientos desaparezcan con bastante frecuencia. Pero el progreso no significa que no tengas más pensamientos, el progreso significa que eres lo suficientemente consciente incluso ahora para poder aceptar que tienes pensamientos sin juzgar, para dejarlos ir y volver al cuerpo. En algún momento podrás estar centrada en el cuerpo durante 5 segundos, y solo un segundo en que tus pensamientos se vayan a otra parte. Te relajarás y volverás a respirar.
Si nadie te ha explicado esto antes y sientes que tu meditación no fue un éxito, pensarás que hay algo mal contigo, que no eres competente o que es algo que no puedes llegar hacer. O puedes pensar que no es lo tuyo y que. realmente no funciona, ¿por qué alguien perdería el tiempo con eso? Bueno, los estudios dicen que la atención plena funciona y es una buena técnica para calmar, reducir el estrés y mejorar la salud mental. Si crees que sería más fácil, puedes probar ejercicios más activos que respalden tu interés o meditaciones guiadas: te resultará más fácil mantener su atención.
Pasos a seguir
- Siéntate en una posición cómoda y concéntrate en tu respiración.
- Verás que empiezas a tener diversos pensamientos
- Aceptas sin juzgar que esos pensamientos existen y los dejas ir. Imagínalos como nubes arrastradas por el viento.
- Vuelve con cuidado a la respiración.
- Repite tantas veces como sea necesario
Finalmente, los dejo con un ejercicio de atención plena que me gusta mucho.
Encuentra un trozo de chocolate, una pasa o cualquier otro alimento que te guste.
Tómalo en tu mano, míralo como si lo vieras por primera vez. ¿Sientes su peso? Explora cada parte del mismo, es posible que veas algo que no hayas notado antes. Tómalo entre tus dedos, explora la textura. ¿Cómo se siente? ¿Qué pasa si lo sostienes en tu otra mano? Huélelo. ¿Huele? ¿Es intenso o muy débil? Ponlo lentamente en tu lengua sin masticar. Muévelo por la boca durante 5-10 segundos, presta atención a las sensaciones, la textura. Solo muerde un trozo. Siente la textura que tiene. ¿A qué sabe? Observa cómo tu boca se prepara para tragar, pero antes de dar este paso. ¿Cómo se prepara, cómo se mueve la lengua? Después de tragar, nota el sabor que queda en la boca. ¿Es fuerte? ¿Todavía lo sientes? ¿Sientes la necesidad de ir tras un nuevo trozo?