¿Hay algo mal conmigo?
La respuesta corta es no. Compararnos con otras personas aumenta nuestra ansiedad y nos hace creer que no somos normales. No importa cómo es nuestro cuerpo, o cómo es nuestra vida sexual, es cómo nos relacionamos con él. La escritora Emily Nagoski dice en su libro „Come as you are” sobre aceptación, frenos, aceleración y contextos. Ella dice que la gente siente el deseo de manera diferente. Y a veces ni siquiera es la falta de ganas, sino las cosas que las frenan. Como por ejemplo, preocuparse de que algo esté mal consigo mismas.
Una mujer puede ser perfectamente normal y sana y, sin embargo, no sentir un deseo sexual espontáneo. Sin embargo, puede sentir un deseo reactivo de manifestarse solo en un contexto fuertemente erotizado.
Razones por las que ya no siento deseo sexual
El estrés, la falta de intimidad o simplemente no lavar los platos pueden ser un poderoso freno para algunas personas, mientras que para otras se convierte en una aceleración, utilizando el sexo como relajación. Todos somos diferentes, por lo que algunos pueden tener frenos débiles y una aceleración fuerte, mientras que otros pueden tener frenos fuertes y una aceleración deficiente. Y está bien, todos estamos construidos de manera diferente. No verás a dos personas viviendo su intimidad exactamente de la misma manera.
¿Qué puedo hacer?
Este último caso es más problemático, pero no significa que no haya nada que hacer. Para empezar, las cosas que pueden quitar y se interponen en el camino y nos frenan. Si el problema es que no te has duchado, los platos no están lavados, todavía tienes que estudiar para un examen o el niño no quiere dormir, es difícil encontrar la energía para pensar en la intimidad. Si la intimidad sigue siendo una prioridad para ti y la quieres (tú, no las expectativas de la sociedad), trata de encontrar una solución a todos los problemas que te están frenando. ¿Aún no llegan las ganas? Entonces necesitas presionar el acelerador. Piensa en las cosas que te gustan y despierta. ¿Te gusta ser romántico, beber vino tinto y dar caricias? Haz todo esto, despierta tus sentidos, ponte en contacto con tu propio cuerpo. El deseo vendrá.
Eres normal
El mensaje central del libro es „tú eres normal”. Estas simples palabras pueden reducir la ansiedad, ayudarte a levantar el pie del freno y acelerar. Crea contextos en los que te sientas seguro y ámate como eres. Sea cual sea el problema al que te enfrentas, desde la falta de ganas hasta el dolor y el orgasmo, estos son solo mensajes corporales que quieren decirte que te conozcas mejor, aprendas lo que te gusta y te aceptes tal como eres. . Recomiendo mucho este libro si quieres aprender cómo funciona la sexualidad y cómo comprender y aceptar tu autenticidad.